Los servicios sociales han de ser públicos
Olof Palme estaba en contra de la dualidad de servicios sociales públicos-privados como la que tenemos hoy en día. Es decir, que coexista sanidad pública con privada, educación pública con privada-concertada, pensiones públicas con privadas, etc. Actualmente a muchos esto le parece lo más natural del mundo, pero no deja de ser una violación inaceptable del principio de igualdad de oportunidades. Es fantástico y necesario que el libre mercado tenga su espacio, pero hay ámbitos en los que no debe entrar porque no son de su incumbencia. Los servicios sociales básicos han de ser unicamente públicos. La socialdemocracia actual ha renegado de este avance, en contra de lo que pensaba Olof Palme. "Para mí es evidente que utilidades sociales básicas, como por ejemplo la asistencia médica y la enseñanza, tienen que ponerse a disposición de todos los ciudadanos en igualdad de condiciones, de acuerdo con sus propias necesidades pero independientemente de sus ingresos y de dónde vivan